1. Elige el estilo adecuado

Antes de comprar, define qué sensación quieres transmitir. Aquí tienes los estilos más habituales y qué aportan:
- Minimalista: líneas limpias, pocos elementos, transmite calma y orden. Ideal para espacios contemporáneos y nórdicos.
- Abstracto: formas y colores que sugieren emoción más que representación. Perfecto para añadir energía y foco visual.
- Geométrico: figuras precisas y repetición; aporta estructura y modernidad.
- Line art: trazos simples y elegantes; funciona muy bien en paredes monocromáticas.
- Urban art: piezas con carácter, texturas y toques de grafiti o collage; ideales en interiores eclécticos.
- Colorfield: grandes campos de color que definen el tono emocional de la habitación.
Consejo: elige un estilo que dialogue con el mobiliario — no hace falta que todo combine exactamente, pero sí que exista coherencia visual.

2. Escoge la paleta de colores
La paleta del cuadro debe complementar la del espacio. Dos enfoques prácticos:
- Regla 60–30–10: 60% color dominante (paredes/muebles), 30% secundario (tapicería), 10% acento (el cuadro y accesorios).
- Tonos complementarios: elige uno o dos colores en el cuadro que repitan o contrasten con textiles para crear armonía.
Si tu sofá es neutro (beige/gris), un cuadro con un punto de color saturado (mostaza, terracota, verde) le dará vida sin romper la sobriedad.
3. Tamaño y proporción
Para acertar con la escala:
- Un cuadro sobre un mueble debe ocupar entre el 50% y el 75% del ancho del mueble (por ejemplo, un sofá de 200 cm admite un cuadro entre 100 y 150 cm de ancho combinado o una composición equivalente).
- Para composiciones múltiples, calcula el conjunto como si fuera una sola pieza y aplica la misma regla de proporción.
- Deja margen visual: normalmente 10–20 cm entre el borde del mueble y el inicio de la obra si hay espacio suficiente.

4. Composiciones modernas
Algunas estructuras habituales y cuándo usarlas:
- Dípticos: dos piezas que funcionan como una unidad — excelente para colocar sobre aparadores o mesas estrechas.
- Trípticos: la versión más versátil; permite ritmos y respiración entre piezas.
- Galerías simétricas: perfectas en salones formales o comedores donde se busca equilibrio.
- Galerías orgánicas: composiciones asimétricas y dinámicas, ideales en pasillos o paredes largas.



TIP: dibuja la composición en papel o usa cinta en la pared para probar distintas posiciones antes de colgar.
5. Ubicaciones recomendadas
Las ubicaciones más impactantes:
- Salón sobre el sofá: punto focal del espacio. Respeta la proporción indicada (50–75%).
- Dormitorio sobre la cama: puede ser una pieza grande o una composición horizontal que acompañe el cabecero.
- Pasillos: crea recorridos con galerías horizontales para añadir interés visual.
- Entrada: una sola obra potente añade personalidad inmediata al hogar.


6. Consejos de montaje
Aspectos prácticos y estéticos:
- Elige marcos que respeten el estilo: negros para contraste, blancos para limpieza, madera clara para calidez.
- Altura estándar para colgar: centro de la obra a 1,60 m del suelo (ajusta según techos bajos o alta mobiliario).
- Utiliza anclajes adecuados al peso (taco y tornillo para obras pesadas, gancho adhesivo para piezas ligeras).
- Iluminación: una luz cálida dirigida (se puede usar picture lights o focos empotrados) mejora la percepción del color.
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